Dormettingen , 19/06/2011
Durante este tiempo, se ha forjado un nombre en esta ciudad situada entre Stuttgart y el Lago de Constanza. En 2009, una escultura de 8 metros de altura de acero llamada "Wesen des Optimismus" (Encarnación del optimismo) se erigió en el lugar, y ahora su nombre la vinculará inseparablemente a uno de los mayores empleadores de esta comunidad de 1.000 habitantes.
Sin embargo, Paul Weckenmann no sólo ha dejado su marca en Dormettingen. También es uno de los principales responsables de que las piezas prefabricadas de hormigón se puedan realizar con eficiencia y eficacia, y su trabajo ha ayudado a sentar las bases de las actuales plantas de fabricación de suelos y paredes, totalmente automatizadas. La receta de Paul para el éxito es una mezcla saludable de conocimiento técnico y del espíritu inventivo que caracteriza a los suabios, ingredientes que todavía definen a la empresa. Paul desarrolló las primeras máquinas, plantas, moldes y otros máquinas para agilizar la producción de piezas de hormigón prefabricado en la década de los 60. En esa misma época también creó los primeros distribuidores de hormigón para
plantas de fabricación; algunos de estos equipos aún se pueden encontrar en la actualidad. En la
década de los 70, Paul se convirtió en proveedor para los concesionarios del fabricante de suelos
Omnia.
La historia de éxito que comenzó con Paul y Elfriede Weckenmann tiene escrita desde hace mucho tiempo su próximo capítulo. Al principio, introdujo a sus dos hijos Wolfgang y Hermann en la empresa, y ellos se involucraron principalmente en la producción mientras aún estaban estudiando y, más tarde, se fueron adentrando en las áreas de diseño, ventas y administración. En 1989, Paul se retiró de la empresa y la dejó en manos de sus hijos. Desde entonces la empresa ha crecido cada vez más y recientemente se ha puesto en marcha la construcción de un nuevo centro de ventas y tecnología en la sede de la compañía en Dormettingen. A partir de abril de 2012, unos 40 empleados trabajarán en dicho centro para seguir promoviendo el éxito de esta empresa familiar.
Paul Weckenmann se "deja caer" casi todos los días para socializar tanto con el personal más veterano como con el nuevo y para ofrecer sus consejos de vez en cuando. Esperamos que lo siga haciendo durante muchos años y le deseamos que mantenga su buena salud.
Escultura en acero de Paul Weckenmann: "Wesen des Optimismus" (encarnación del optimismo).